El Arrui de Juanmita
La primera entrada del blog se la vamos a dedicar a nuestro buen amigo Juanma, al que acompañamos hace unas semanas a recechar su primer arrui.
El sitio elegido como no podía ser de otra manera fue Murcia, origen de la introducción de este animal la Península Ibérica. Proviene de las cordilleras del Norte de Africa, concretamente la subespecie que se encuentra en nuestro país tiene su hábitat natural en Marruecos, Norte de Túnez y Argelia. A mediados de los 60 fue introducida en España por su interés cinegético, siendo en la actualidad abundante en todo el Este Peninsular.
Nosotros en cuestión, nos fuimos cerca de Lorca, la parte mas al Sur de Murcia, en los alrededores del Monte Pericay, un lugar de lo mas curioso, pues está lleno de canteras de mármol y hay un constante trasgueo de camiones que deberían tener a raya a los arruis. Sin embargo aunque la población no sea muy numerosa si que hay algún arrui que otro por estos montes.
El dia de caza fue el jueves, y decidimos que la mejor forma de dar con ellos era dar vueltas y vueltas revisando todas las solanas y umbrías con los prismáticos. anduvimos poco y la mayoría de los movimientos los hicimos en coche, para poder batir mas terreno con la idea de, una vez localizados, entrarle andando con mucha cautela, pues son animales muy esquivos y aun más con el trasgueo de esta zona. Durante toda la mañana no vimos mas que un par de hembras, pero de cabra montes, que también hay alguna por la allí, eso si de arruis, nada de nada.
Puesto que empezamos a movernos bien temprano bajamos al pueblo, Zarcilla de Ramos, a tomar unos huevos a medio día para volver pronto al monte. Nuestra primera intención fue hacer una espera durante la tarde en una de las canteras que está en la actualidad parada, ya que en un viaje previo de Juanma los vio allí. El plan era esperarles pensando que bajarían a comer bellota, en la umbría. La verdad que duramos poco, el miedo a perder la tarde sentados nos abrumaba, así que decidimos seguir buscando como hicimos por la mañana.
Esta vez dejamos el coche para hacer una entrada al pantano de Valdeinfierno que está seco, mas bien acolmatado, y tiene una preciosa buitrera en una de las colas. Allí mientras nos deleitábamos con el vuelo de los buitres escuchamos un ruido de entre los tarajes que hay nacidos en el cauce seco. Al mirar, vimos un solitario arrui que huía hacia el monte para protegerse, Juanma, no dudó un segundo y mientras se colocaba observaba al animal para ver si era del tamaño idóneo, pues teníamos permiso para uno representativo. A mitad del cerro por el que subía el arrui, se paró para mirarnos, y en ese momento sonó un estruendo y salió corriendo hacia lo espeso, pero ya era tarde, Juanma había acertado en todo el codillo y solo pudo correr sus últimos 50 metros.
Después de todo un día buscando y buscando sin ver nada no creíamos que en uno de los sitios aparentemente menos querenciosos estuviese un bonito ejemplar. la alegría de Juanma era manifiesta, su primer arrui y encima filmado para el eterno recuerdo. Aunque para el siempre estará en la memoria, los amigos podremos disfrutar de su aventura como si hubiésemos estado con él.
Una vez cogido el trofeo y parte de la carne, llamamos al guarda forestal que nos pidió que le bajásemos el trofeo al pueblo para poder tomar los correspondientes datos del animal cazado y de su cazador. Esta es una labor importante para la buena gestión de nuestros cotos y la supervivencia de los mismos.
Próximamente podréis ver este bonito reportaje en Iberalia tv.
tomás -
La caza del arrui es sin duda preciosa por la dificultad que tiene, puedes estar buscandolos todo el dia que si se quedan quietos no los vas a ver, se meten detras de una chaparra y aguantan, aguantan y aguantan… en el coto que gestiono tenemos bastantes, muy cerquita de este sitio donde habeis ido a cazar el vuestro.
Enrique Cortines -
Que suerte tener un coto por allí, a nosotros nos pilla algo lejos pero desde luego que hay que intentar ir todos los años! es un lugar muy bonito y distinto al que estamos acostumbrados! Fue una pena que solo pudiéramos filmar el animal que cazamos, como bien dices es muy difícil localizarlos, y su peculiar color los camufla de maravilla!