Ojeo de perdices
Segundo día de ojeo de perdices, pero primero con la escopeta. Estaba un poco acojonadete porque las semanas anteriores había estado tirando zorzales con un resultado nefasto, de hecho llegué a dejar la escopeta y me puse a grabar la dormida a mi hermano Jacobo, post anterior.
Pues bien, como todos los años mi tocayo, el Lasso, organizó su cacería de perdices, que como está empezando a ser costumbre cada año es mejor. Se dieron cuatro batidas, la primera y la última repetida, ”el monte”, suele dar muy buen resultado. A mi me tocó en una semi punta que conozco bien porque ya he estado en ese puesto años atrás. Un puesto de responsabilidad.
Para la cacería me llevé de cargador al Viruco, un fenómeno que además de conocerle desde que tengo uso de razón hemos cazado mucho juntos y se que si mato seis perdices me cobra siete u ocho. Empieza la batida y comienzan a entrar barras y barras de pájaros, pim pom pum…. Y consigo derribar solo tres pájaros y dos de ellos regular. La cosa se tranquiliza y parece que ya se ha quedado el monte sin pájaros. Poco a poco empiezan a salir pájaros chorreados, por la derecha por la izquierda alguno rompiendo de pico y otra vez pim pam pum pero en esta ocasión todos al suelo, entaqué cuatro en un momento, ya estaba mas tranquilo. Casi al final cuando los batidores estaban encima, una ultima remesa de majaros y derribé otros dos los que me entraron vamos, al final cobramos ocho perdices. No está mal.
La siguiente batida fue en los eucaliptos, un puerta que tiene a la espalda un eucaliptal que hace que el pájaro se eleve como si fueran zorzales, aquí con matar un par de ellos se queda uno a gusto, porque son francamente difíciles. Mi puesto estaba en el tercio malo y entró poco aun así arramplé un par de pajaritos.
La tercera batida fue el llano, básicamente es una besana de labor de unas 50 ha con dos arroyos en medio donde no solemos matar nada, simplemente se hace por hace tiempo y bueno como tampoco se puede remeter a las otras batidas hay que hacerla. Este año además estaba recién labrada y tenía peor pinta aun. Sin embargo para sorpresa del personal estaba llena de pájaros, yo cobré cinco, mis vecinos otros tanto, los de mas allá una decena, impresionante como estaba de pájaros.
Después de estas tres batidas nos tomamos un aperitivo en la casa, mientras llegaban algunos amigos que venían a echar la tarde, principalmente a comer! Aquí es cuando llegó mi “cámara personal” y por eso solo tengo grabado la última batida, cobré diez pajaritos y maté doce, la verdad que tiré muy bien. Espero que disfrutéis del pequeño video.
Saludos